Cómo desactivar las aplicaciones en segundo plano en Windows 10 y Windows 11

Desactivar las aplicaciones en segundo plano en Windows puede ayudarte a optimizar el rendimiento del sistema, ahorrar recursos y extender la duración de la batería de tu dispositivo. En esta guía, te explicamos cómo desactivar las aplicaciones en segundo plano en Windows 10 y Windows 11 utilizando la configuración del sistema.

Desactivación de aplicaciones en segundo plano en Windows 10

En Windows 10, puedes desactivar las aplicaciones en segundo plano desde el apartado de Privacidad. Sigue estos pasos:

  1. Abre Configuración haciendo clic en el botón de Inicio y seleccionando el icono de engranaje.
  2. Dirígete a la sección de Privacidad.
  3. En el menú lateral izquierdo, selecciona Aplicaciones en segundo plano.
  4. Aparecerá una lista de las aplicaciones que funcionan en segundo plano. Puedes:
    • Desactivar todas las aplicaciones en segundo plano moviendo el interruptor de Permitir que las aplicaciones se ejecuten en segundo plano a «Desactivado».
    • Seleccionar aplicaciones específicas para permitir o impedir que funcionen en segundo plano.

Con estos pasos, podrás reducir significativamente el uso de los recursos del sistema.

Desactivación de aplicaciones en segundo plano en Windows 11

En Windows 11, el proceso para desactivar las aplicaciones en segundo plano es ligeramente diferente. Ahora se realiza a través de la sección Aplicaciones en la configuración del sistema:

  1. Abre Configuración haciendo clic en Inicio y seleccionando el icono de engranaje, o utilizando el atajo de teclado Win + I.
  2. Ve a la sección de Aplicaciones y selecciona Aplicaciones y características.
  3. Busca la aplicación que deseas desactivar en la lista y haz clic en los tres puntos a su derecha.
  4. Selecciona Opciones avanzadas.
  5. En la sección Permisos de aplicaciones en segundo plano, configura la opción en Nunca para evitar que la aplicación se ejecute en segundo plano.

A diferencia de Windows 10, en Windows 11 puedes gestionar los procesos en segundo plano de manera individual para cada aplicación, lo que permite una configuración más personalizada.