Memoria comprimida en Windows: Qué es y cómo gestionarla

La memoria comprimida en Windows es una función diseñada para optimizar el uso de la RAM del sistema. Cuando el ordenador se queda sin memoria disponible, el sistema operativo comprime ciertos datos para reducir su tamaño, permitiendo manejar más procesos sin afectar el rendimiento.

¿Cómo funciona la compresión de memoria?

A partir de Windows 10, la compresión de memoria se utiliza para reducir los datos que de otra forma serían enviados al archivo de paginación en el disco duro. En lugar de eso, el sistema operativo comprime parte de esos datos y los mantiene en la RAM. Esto evita la lentitud asociada a la lectura y escritura en el disco, ya que la compresión y descompresión dentro de la RAM es mucho más rápida.

Ventajas y desventajas de la memoria comprimida

  • Ventajas: Menor dependencia de la memoria virtual, mejora del rendimiento (especialmente en dispositivos con poca RAM) y uso más eficiente de los recursos disponibles.
  • Desventajas: Un leve aumento de la carga del procesador, ya que este debe comprimir y descomprimir los datos. En sistemas más débiles, esto podría reducir el rendimiento general.

¿Cómo verificar la memoria comprimida en Windows?

Para ver la cantidad de memoria comprimida, abre el Administrador de tareas (presiona Ctrl + Shift + Esc), navega a la pestaña Rendimiento y selecciona Memoria. Allí encontrarás el indicador "Memoria comprimida", que muestra cuánto espacio en la RAM ocupa la información comprimida.

¿Se puede desactivar la memoria comprimida?

No se recomienda desactivar la memoria comprimida en Windows, ya que es una función integrada que mejora el rendimiento del sistema. Interferir con este proceso podría reducir el rendimiento, especialmente si la RAM es limitada.