¿Qué hacer si tu laptop o PC no detecta discos al instalar Windows?
Es común encontrar problemas donde tu laptop o PC no reconoce los discos durante la instalación de Windows. Esto puede ocurrir por diversas razones, como controladores incompatibles, configuraciones incorrectas en la BIOS o incluso discos dañados. Aquí te presentamos una guía paso a paso para solucionar este inconveniente.
Verifica la configuración de la BIOS
El primer paso es acceder a la BIOS. Para hacerlo, reinicia tu dispositivo y presiona la tecla correspondiente (generalmente F2, F12, DEL o ESC, dependiendo del modelo de tu equipo o placa base). En la BIOS, asegúrate de que el disco esté configurado como Dispositivo de inicio principal y que el modo SATA o AHCI esté seleccionado, en lugar de IDE.
Actualiza los controladores del controlador SATA
Si la configuración de la BIOS es correcta, pero Windows aún no detecta el disco, el problema podría estar relacionado con controladores faltantes. Algunos modelos más recientes de laptops y PCs requieren controladores específicos para el controlador SATA. Descárgalos desde el sitio web del fabricante de tu dispositivo, guárdalos en una memoria USB y cárgalos durante la instalación de Windows usando la opción «Cargar controlador».
Revisa la conexión del disco
En algunos casos, el problema puede deberse a una conexión floja o incorrecta del disco. Esto es más común en PCs de escritorio, donde los cables pueden aflojarse o corroerse. Abre la carcasa del equipo y verifica que el cable SATA y el cable de alimentación del disco estén bien conectados. Si se trata de una laptop, y tienes acceso, intenta desconectar y volver a conectar el disco.
Usa herramientas de diagnóstico para discos
Si el disco sigue sin detectarse, es posible que esté dañado. Utiliza herramientas de diagnóstico como Hiren's Boot CD u otros programas similares para comprobar el estado del disco. Si la herramienta no detecta el disco o encuentra errores, probablemente necesitarás reemplazarlo.
Cambia la partición y formatea el disco
En algunos casos, el disco puede no tener una partición válida. Conecta el disco a otro equipo y usa el Administrador de discos de Windows para formatearlo. Crea una nueva partición y verifica que sea visible y reconocida por el sistema. Luego, intenta nuevamente instalar Windows.